RECREACION: La recreación como experiencia lúdica es un proceso particular de múltiples interrelaciones con las dimensiones del desarrollo
humano. La recreación no es una experiencia exclusiva de la dimensión corporal, pero encuentra en ésta el espacio privilegiado para
su desenvolvimiento, dado su carácter vivencial, emocional y desinteresado.
El concepto de experiencia lúdica hace relación al conjunto de vivencias, experimentaciones y fundamentaciones generadas desde el
juego hacia los distintos procesos del desarrollo humano. Ello significa que la experiencia lúdica no se reduce a un acto espontáneo,
sino que implica una orientación pedagógica que no puede confundirse con esquematismos o abusos de uso del juego hasta hacer
perder su sensibilidad y su sentido.
La recreación como experiencia lúdica se fundamenta en el juego y se dirige hacia la ampliación de vivencias y aplicaciones en los
distintos campos de la cultura y en la interioridad de los sujetos. Es también un proceso de formación en cómo jugar, pues muchas
veces su uso deficiente orientado puede llevar a la destrucción del jugador o del ambiente en el cual se juega. La experiencia lúdica es
un aprendizaje de normas y de respeto dentro del desarrollo de la sensibilidad, hacia sí mismo y hacia los demás.
La recreación está en la base del trabajo pedagógico con diferentes campos de práctica social de la educación ffsica como el deporte,
la danza, el uso del tiempo y el espacio, en los cuales se vivencian y experimentan múltiples formas de actuar y de relacionarse en el
cuerpo social.
EL JUEGO: Johan Huizinga abrió el camino para la comprensión del juego en la vida del ser humano y en el desarrollo de la civilización, al publicar
en 1938 su obra Homo ludens. Inicia una tarea que hoy continúa buscando explicación para procurar una definición de la naturaleza
del juego sus manifestaciones en distintas dimensiones de la cultura como el arte, la poesía, la filosofía y las instituciones jurídicas.
Para Callois el juego evoca ideas de holgura, riesgo y habilidad y reconoce que historiadores y psicólogos han entendido el espíritu del
juego como uno de los resortes principales para el desarrollo de las manifestaciones más elevadas de la cultura de las sociedades y
para la educación moral y progreso intelectual de los individuos.
Desde otras perspectivas, se entiende el juego como un fenómeno primario de la vida relacionado con toda la persona a la cual
afecta de manera emocional, cognitiva y volitiva, que cumple las funciones de la conformación e interpretación del mundo en forma
simbólica transferido de manera individual.
El juego representa una importante herramienta de la cultura para introducir a sus individuos al universo normativo corporal. Las
maneras permitidas, los puntos de contacto, los gestos y comportamientos admitidos y requeridos se ofrecen en formas de juego con
las cuales se perfila un lenguaje ético corporal. Jugar también es conocer algunas veces mecánicamente otras no- lo mundano, lo
cotidiano, lo familiar, lo cultural y tambi én lo sagrado. La solidaridad, la reciprocidad, la generosidad, lo propio, el respeto, la entrega, la
atención, lo particular y lo general, lo igual y lo diferente lo vive una y otra vez cuando jugamos de pequeños y continuamos jugando ya
de adultos en la vida67.
Desde estos conceptos se plantea para el currículo la reinterpretación y uso del juego en la escuela, para hacer de él una vivencia de
la formación cultural y personal no tomada de manera parcial y esquemática o mecánica. Su desarrollo requiere unas condiciones y un
ambiente adecuado y claridad sobre los prop ósitos que se pretenden en los procesos de formación
DEPORTE: El deporte, ha adquirido su propia especificidad como fenómeno social y se constituye como objetivo y medio de formación. Como
fenómeno social tiene diferentes connotaciones como pasatiempo, diversión, recreación y competencia. En tal sentido y orientado
hacia finalidades formativas el deporte es uno de los principales medios a través de los cuales se realiza la educación física.
El deporte es una actividad que proporciona experiencias lúdicas, organizativas, sociales, técnicas y comunicativas y requiere
planeación y adecuación a las características de maduración y desarrollo de los estudiantes.
Por ello es necesario tener en cuenta que dentro de la educación física el deporte no se basa en los objetivos de rendimiento y
competencia que implican selección y entrenamiento de los más aventajados sino que realiza un proceso de recontextualización para
orientar las ventajas que provienen de las características del deporte y la motivación que puede proporcionar a todos los estudiantes y
no solamente a los más diestros.
La organización del deporte en la institución escolar debe hacerse en el marco de un proyecto que tenga definidos sus propósitos,
metas y procedimientos entre los cuales puede estar la adecuación de los reglamentos para una aplicación que proporcione
perspectivas de formación dentro y fuera de la práctica deportiva.
Por otro lado, la educación física debe fomentar un amplio conocimiento del deporte y su influencia social y analizar su papel en sus
dimensiones éticas, políticas, económicas, ideológicas y organizativas. Corresponde al currículo interesarse por la formación de una
cultura deportiva dentro de criterios de interrelación y no solamente en los marcos de la práctica competitiva. Así, el deporte debe ser
reivindicado por la educación física como un derecho que brinda a todas las personas posibilidades de uso de acuerdo con sus
intereses y capacidades, hacia la salud, la recreación, la comunicación interpersonal, la relación con el medio ambiente o la propia
competición.
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